El Hospital se encuentra ubicado en el sector oriente de Melipilla, muy próximo al acceso por la Ruta 78 y frente a la avenida Vicuña Mackenna, principal vía de comunicación de la ciudad, dando cobertura expedita a toda la provincia. Estará emplazado en un terreno de 4,6 ha., considerando 60.834 m2 de construcción, 427 estacionamientos y numerosas áreas verdes. 

El Programa Médico Arquitectónico considera 58 box de atención ambulatoria y salas de procedimientos, 4 salas de Endoscopía, 12 sillones de diálisis, 6 Box de Urgencia, 7 pabellones quirúrgicos y 2 salas de parto integral, entre otros recintos. Las salas de hospitalización consideran el más alto estándar para la atención del paciente y sus visitas, contemplando espacios adecuados, funcionales y con iluminación natural en todas las habitaciones. 

En total, el Hospital cuenta con 239 camas, de las cuales 30 son críticas, superando ampliamente las existentes en la actualidad. Desde la etapa del diseño de proyecto, la escala urbana del edificio y su implantación en el entorno fue un tema de principal importancia. Resultado de esto es que el edificio inserta su programa y volúmenes de manera escalonada respecto de sus alturas, generando una transición a escala humana con el entorno circundante, compuesto principalmente por viviendas de menor altura. 

La volumetría del edificio también debe su origen al análisis del sitio y a la trama urbana en la que se inserta, dando como resultado las formas tan características del proyecto. Asumiendo el rol de edificio público del Hospital, es que en el sector de acceso se propone un recorrido peatonal, acompañado de una plaza urbana, que funciona como un conector entre la ciudad y los edificios más importantes y públicos, como son el Edificio de Consultas, Hospitalización, el Auditorio, el sector de cafetería y todas las áreas de espera de pacientes y visitas. 

El programa también considera un edificio de Auditorio el cual se desarrolla anexo al edificio principal, conectándose tanto desde el interior como el exterior. Este volumen considera un desarrollo geométrico y formal especial, el cual remata la circulación desde el exterior, generando un punto focal en el acceso al edificio. El emplazamiento del auditorio también lo hace apto para funcionar abierto a las actividades del entorno, fortaleciendo el lazo entre la comunidad y la atención de salud. Destacan dentro del planteamiento de Arquitectura el tratamiento de las áreas de espera, considerando la escala del usuario, y el uso de materiales, colores y texturas, que generan ambientes acogedores, donde predomina la expresión de madera tanto en cielos como en quiebra vistas de fachada. 

En complemento a lo anterior es que se ha privilegiado la iluminación natural abundante para las áreas de público y visitas, orientadas hacia el norte y hacia el oriente, con ventanales a piso tras las celosías de fachada, lo que se replica de cierta forma en las salas de hospitalización. 

El hall de acceso al Hospital y al servicio de Urgencia cuentan con un enfoque especial, al tratarse de espacios nobles del Edificio, considerando dobles alturas, terminaciones especiales en porcelanato y paneles HPL con color, además de contar con importantes vistas hacia el exterior, una de las cuales remata en la cubierta verde del edificio de Jardín Infantil, emplazado a menor altura. Estos espacios también incorporan intervenciones artísticas basadas en la obra del pintor local Juan Francisco González, donde el espacio arquitectónico actúa como soporte, permitiendo la adecuada visualización para todos los usuarios del Hospital, aportando la necesaria conexión del edificio con el ámbito local.